.- Engañados o no, los griegos se han dado a sí mismos un parlamento cuyas premisas no son las de Europa. El resultado lo tenemos hoy todos. Ellos, por insolventes y en cima "faroleros". Nosotros asumiendo nuestra deuda, que ya nos supone un desastre; más la de ellos, verdadero horror convertido en " pozo sin fondo " donde Europa ha vertido chorros de dinero. Con un agravante, parecen los griegos haber apostado por los dislates de un grupo de populistas inconsecuentes; que prometiéndoles lo imposible les están conduciendo al caos.
Cotizar pocos años y cobrar del Estado bastantes más es una utopía cuyas realidades son duras de asumir. Ni Merkel, ni mandangas. Vivir por encima de posibilidades propias tiene su coste,y si pides tienes que pagar
.- Hay que seguir apuntalando económicamente ese Estado desastroso, se nos dice. Vale...Pero justo es se nos diga: ¿Hasta cuándo? ¿ Qué nos costará, y porqué a ellos sí y a otros no.
Se entiende así la reticencia que crece en relación a Europa. Para mí, un ente descomunal demasiado gravoso de sostener y cuyas ventajas, el ciudadano medio, el simple asalariado, no alcanza a ver.
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